La llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina ha desencadenado una serie de reacciones en el sector de la construcción, que se ha visto profundamente afectado por las políticas del nuevo mandatario. Desde el primer día de su gestión, las empresas constructoras manifestaron su preocupación ante la afirmación de Milei, que enfatizó la idea de que “no hay plata” y que se reducirían, entre otras cosas, las obras públicas. Esta situación ha llevado a los empresarios a plantear un reclamo significativo, recordando la importante deuda que el Estado mantiene con ellos, que asciende a $400.000 millones por obras ya ejecutadas o en proceso.
El impacto de la deuda en el sector de la construcción
Desde el inicio de su gestión, el gobierno ha enfrentado la complicada tarea de atender las reclamaciones del sector de la construcción. Según diversas fuentes del ámbito, se ha señalado que “algo de ese monto fue pagado”, aunque determinar una cifra concreta sobre el total saldado ha resultado complicado. Las estimaciones informales apuntan a que entre el 15% y el 20% del total de la deuda ha sido cancelado hasta la fecha.
Cálculos y recuento de deudas
Las cifras indican que, basándose en la deuda histórica reclamada por las constructoras y en lo que se ha logrado saldar, el saldo cubierto oscila entre $60.000 millones y $80.000 millones. Sin embargo, la dificultad para obtener cifras concretas radica en la ausencia de un recuento sistemático, tanto por parte del gobierno como de las empresas. Así, las aproximaciones se realizan a través de estimaciones informales y la recopilación de información de las propias compañías.
Criterios para el pago de deudas
Los empresarios han manifestado que, en la gestión de los pagos, se han utilizado criterios como la antigüedad de las deudas. Según sus declaraciones, “se pagó lo que fue alcanzando”, lo que ha permitido la cancelación total de algunas deudas y parciales de otras. Sin embargo, es importante destacar que los montos adeudados no se han actualizado. Por ejemplo, “si la deuda era de $100, se recibieron $100”, sin posibilidad alguna de negociar ajustes.
Acciones legales y la postura de las constructoras
A lo largo del último año, algunos empresarios habían considerado la posibilidad de iniciar acciones legales contra el Estado para agilizar el cobro de sus deudas. Sin embargo, la gran mayoría de estos casos no ha llegado a la Justicia. “En esta decisión no tuvo nada que ver que se haya empezado a cubrir parte del rojo”, señala un empresario, apuntando a que la complejidad y los riesgos de litigar contra el Estado disuaden a muchos de actuar judicialmente.
La suspensión de proyectos de infraestructura
Otro factor que ha exacerbado la incertidumbre en el sector es la casi total paralización de la obra pública. Desde el inicio del mandato, el gobierno ha suspendido más del 70% de los proyectos de infraestructura que estaban en marcha. De las 2.337 obras que se encontraban en ejecución, apenas quedaron poco más de 100. Esta decisión ha impactado drásticamente la inversión en el sector, que en 2024 experimentó una caída del 77,3% real en comparación con el año anterior, alcanzando los niveles más bajos desde 2002.
Perspectivas en el primer trimestre de 2025
A pesar de la difícil realidad, los datos del primer trimestre de 2025 indican un crecimiento del 33% en términos reales respecto al mismo período del año anterior. Sin embargo, es crucial analizar estos números en el contexto de un severo ajuste fiscal que ya había afectado significativamente a la inversión. Aunque este repunte genera expectativas positivas en el sector, los empresarios mantienen una postura cautelosa ante la falta de obras y la persistente deuda por cobrar.
Situación actual y futuros desafíos
Por el momento, los expertos consideran que no existen quiebras importantes en el sector de la construcción. Sin embargo, el prolongado estancamiento entre la falta de proyectos y las deudas acumuladas plantea un escenario incierto a largo plazo. Las expectativas de los empresarios son sombrías, y muchos advierten que la falta de un marco claro y estable para las inversiones puede exacerbar aún más la crisis en este ámbito en los próximos meses. La situación actual requiere atención urgente, tanto del gobierno como de las autoridades, para salvaguardar uno de los sectores que juega un papel crucial en el desarrollo económico del país.
La construcción enfrenta un momento crítico y la resolución de estas problemáticas es fundamental para la recuperación económica y la generación de empleo en el país.