1- Acepte el Desacuerdo. Recuerde el eslogan: “cuando dos socios siempre están de acuerdo uno de ellos no es necesario”. Si hay algo que se le ha pasado por alto, agradezca a quien se lo recuerde. Quizás este desacuerdo es su oportunidad de corregirse antes de cometer un grave error.
2- Desconfíe de su Primera Impresión Instintiva. Nuestra primera reacción natural en una situación desagradable es ponernos a la defensiva. Puede ser para peor, no para mejor.
3- Controle su Carácter. Recuerde que se puede medir la dimensión de una persona por lo que la irrita.
4- Primero, Escuche. Dele a su oponente la oportunidad de hablar. Déjelo terminar. No se resista, defienda ni discuta. Eso sólo levanta barreras. Trate de construir puentes de comprensión. No construya altos muros de incomprensión.
5- Busque las Áreas de Acuerdo. Una vez que haya oído hasta el fin a su oponente, exponga antes que nada los puntos y áreas en que están de acuerdo.
6- Sea Honesto. Busque los puntos donde puede admitir su error y hágalo. Discúlpese por sus errores. Eso desarmará a sus oponentes y reducirá la actitud defensiva.
7- Prometa Pensar y Analizar con Cuidado las Ideas de sus Oponentes. Y hágalo en serio. Sus oponentes pueden tener razón. Es mucho más fácil en este estadio acceder a pensar en sus posiciones, antes que avanzar a ciegas y verse después en una posición en que sus oponentes puedan decir “Quisimos decírselo pero usted no escuchó”.
8- Agradezca Sinceramente a la Otra Parte por su Interés. Cualquiera que se tome el trabajo de presentar y sostener objeciones está interesado en lo mismo que usted. Piénselos como gente que realmente quiere ayudarlo y haga amigos de sus oponentes.
9- Posponga la Acción de Modo que Ambos Bandos Tengan Tiempo de Repensar el Problema. Sugiera realizar otra reunión más tarde ese mismo día o al día siguiente para presentar nuevos datos. Al prepararse para esta reunión, hágase algunas preguntas difíciles: ¿Tendrán razón? ¿Tendrán parte de razón? ¿Su posición tendrá bases o méritos ciertos? ¿Mi reacción solucionará el problema o sólo impedirá mi frustración? ¿Mi reacción acercará o alejará de mí a mis oponentes? ¿Mi reacción elevará la estima que me tiene la mejor gente? ¿Ganaré o perderé? ¿Qué precio tendré que pagar por ganar? ¿Si no digo nada, el desacuerdo se desvanecerá? ¿Esta ocasión tan difícil es una oportunidad para mí?
Sé el Primero en Comentar