¿Emprendedor se nace o se hace?
Cada persona aprende del relato de otros emprendedores, de aquellos a los que les ha sido bien y además de los a los que les ha sido mal, y además se generan en este ecosistema una fortuna de reglas que se tienen que respetar. El profesor Carlos Baradello, del colegio de comercios de la Universidad de San Francisco manifestó que “la innovación no puede ser exclusividad de los sabios o los técnicos”.
Poniendo a modo de ejemplo el caso Starbucks, Baradello recordó que en el momento en que vino por reciente ocasión a los EEUU la gran decepción ha sido darse cuenta de que tres cosas que en Argentina eran buenas, allá eran malas: el pan, el vino y el café.
“Howard Schultz (su creador) un día se puso a pensar y propuso que en sitio de beber ‘agua sucia’ por 50 centavos de dólar (en cita al café fregado que se ofrecía en ese entonces), iba a mostrar a sus usuarios café por 3 o 4 dólares y la familia se iba a sentir más feliz”. Aunque no únicamente eso: además, en el momento en que salieran del país, iban a presentar su taza de café con el logo por todos lados. “Este tipo de modificaciones en el consumidor resulta una innovación increíble”, enfatizó el experto.
Según Baradello “la innovación no es exclusividad de los hombres de ciencia o los técnicos”. Sin embargo, hizo hincapié en el peso de la creación educativa del emprendedor. “No existe todavía una respuesta definitiva, científica de lo que realiza al ADN del emprendedor”, aunque a su parecer está conformado “por un un tercio que lleva por nacer en una estirpe de emprendedores, otro tercio la capacitación en los diversos niveles de enseñanza, y un tercio por el estímulo que propicia cada sitio”.
El profesor fortalece que no tiene la fórmula científica para construir al próximo Steve Jobs o Will Gates, aunque insiste en la formación de esos futuros emprendedores. “Los emprendedores no nacen como helechos en el aire, nacen de una descendencia, e incluso la formación puede ser muy importante. En ocasiones se piensa que el emprendimiento e incluso la innovación son exclusivos de los universitarios, aunque en realidad empezando por el jardín de infantes es posible iniciar a crear una conducta emprendedora”, destacó.
Comentarios de Facebook