Inicio EconomíaAumentan los atrasos en el pago de préstamos y crédito: ¿cómo afecta a los consumidores?

Aumentan los atrasos en el pago de préstamos y crédito: ¿cómo afecta a los consumidores?

por Economía Simple

Las dificultades económicas han generado un aumento alarmante en la morosidad de los préstamos en Argentina, una situación que ya no afecta únicamente a los sectores más vulnerables, sino que también golpea a los hogares de mayores ingresos. Este fenómeno ha sido objeto de análisis en recientes informes y estudios que resaltan la evolución de la mora en el país y su impacto en la población.

Aumento de la mora en los hogares argentinos

Según el último Informe sobre Bancos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el ratio de mora para préstamos a familias alcanzó un preocupante 6,6% del total en agosto de 2023. Este crecimiento ha llamado la atención tanto del sector financiero como del Gobierno, ante la inminente preocupación por la salud del sistema crediticio. En paralelo, el indicador de irregularidad para las financiaciones a empresas se mantuvo en un 1,4%, notoriamente inferior al de las familias.

Un impacto que trasciende clases sociales

La situación financiera actual se presenta como un desafío transversal para quienes acceden al sistema bancario tradicional, así como para aquellos que utilizan plataformas de financiamiento alternativas, como las fintech y billeteras virtuales. Un estudio elaborado por el bureau financiero SIISA señala que los hogares con mayores ingresos son precisamente los que han enfrentado mayores dificultades para cubrir sus obligaciones crediticias. Este hallazgo es un indicativo del estrés financiero que se ha extendido más allá de los segmentos tradicionalmente considerados vulnerables.

Alberto Teszkiewicz, coordinador de desarrollo e investigación de SIISA, sostiene que el aumento de la mora entre los sectores de mayores ingresos es un “dato revelador”. Este fenómeno sugiere que incluso aquellas familias que históricamente garantizaban la estabilidad del sistema financiero comienzan a experimentar tensiones económicas significativas.

El acceso al crédito según grupos etarios

Un aspecto fundamental que resalta el estudio de SIISA es la desigual distribución del acceso al crédito en función de la edad. Los jóvenes, específicamente aquellos entre 18 y 25 años, son quienes reciben la menor proporción de financiamiento, con apenas un 7% en cantidad y un 3% en montos. Por el contrario, los adultos menores de 60 años constituyen el grupo más favorecido, acumulando un 71% en cantidad y un 79% en montos. Este fenómeno se traduce en una falta de oportunidades para las generaciones más jóvenes, quienes enfrentan una morosidad del 8% en sus créditos con montos que también reflejan un alto grado de incumplimiento.

Factores que agravan la morosidad juvenil

Las dificultades financieras que enfrentan los jóvenes se explican en gran medida por una menor tasa de empleo formal y unas perspectivas de ingresos limitadas. En este contexto, el 10% de los montos en mora temprana y el 9% en atrasos superiores a 90 días son cifras alarmantes que indican la precariedad de su situación económica. Esta tendencia resalta la necesidad de implementar políticas que favorezcan el acceso al crédito y la inclusión de grupos históricamente desatendidos.

La situación de las mujeres en el acceso al crédito

Las mujeres también enfrentan desafíos significativos en el acceso al crédito. A pesar de que la legislación y las iniciativas públicas buscan promover la igualdad de género en el ámbito financiero, las mujeres continúan recibiendo montos de crédito inferiores en comparación a sus pares masculinos. Esta situación, junto con la ya mencionada falta de acceso para los jóvenes, sugiere la urgencia de buscar soluciones que incluyan a estos segmentos desatendidos. Teszkiewicz enfatiza que «las soluciones que incluyen a los segmentos más vulnerables se posicionan cada vez con mayor fuerza».

Perspectivas de los préstamos en el futuro inmediato

Un análisis adicional sobre la dinámica del crédito revela que los préstamos personales y las líneas de financiamiento a familias constituyen el 46% del total de préstamos otorgados por los bancos. Sin embargo, hasta octubre de 2023, estas líneas de crédito que habían mostrado un crecimiento sostenido durante gran parte del año comenzaron a dar señales de estancamiento. Datos de First Capital Group indican que, para finales del último mes, los préstamos personales experimentaron su primera caída mensual real desde marzo de 2024, junto con un retroceso del 1% en las tarjetas de crédito. Esta tendencia se atribuye a la falta de disposiciones de cuotas y a la falta de actualización de los límites de crédito.

Conclusión y desafíos venideros

Las recientes tendencias en la morosidad de los préstamos en Argentina evidencian que la problemática financiera no respeta clases sociales y halla un eco preocupante en los hogares con mayores ingresos. Con un acceso desigual al crédito y un panorama financiero complicado, resulta crucial que tanto el sector bancario como el Gobierno adopten medidas efectivas para mitigar las dificultades que enfrentan diversos segmentos de la población. La estabilidad del sistema financiero argentino dependerá de acciones concretas que atiendan las necesidades de aquellos más desprotegidos en el contexto actual.

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