La situación económica en Argentina ha alcanzado un nuevo nivel de tensión tras una jornada marcada por el fuerte aumento del dólar y la caída estrepitosa de la bolsa. Este escenario inquietante llevó al ministro de Economía, Luis Caputo, a sumarse a una reunión de gabinete convocada por el presidente Javier Milei para evaluar los pasos a seguir después de una notable derrota electoral del oficialismo. Este revés, que mostró una diferencia de 13 puntos, ha dejado a los mercados en estado de shock, reflejando la incertidumbre que se apodera de la economía nacional.
Las medidas que se discuten en el gabinete
A pesar de la urgencia del momento, Caputo no estuvo presente en el búnker de La Libertad Avanza la noche del domingo ni en la reunión matutina del lunes. Su enfoque ha estado en elaborar un paquete de medidas que, se rumorea, podría incluir más regulaciones. El objetivo inmediato es contener el valor del dólar dentro de límites establecidos hasta las elecciones programadas para el 26 de octubre. En este momento crítico, diversos actores del mercado sostienen que una intervención es crucial para evitar una mayor inestabilidad.
Reconocimientos y advertencias
Desde el búnker, Javier Milei hizo una autocrítica acerca de «errores» en su estrategia, aunque reafirmó que «el rumbo no se modifica, se va a redoblar«, dejando claro que no se espera un cambio drástico en la dirección. En atención a esto, Caputo también utilizó sus redes sociales para comunicar que «nada va a cambiar en lo económico«, refiriéndose tanto a las políticas fiscales como monetarias y cambiarias.
Preocupaciones en el mercado internacional
Analistas de Morgan Stanley han proyectado un endurecimiento en la política monetaria del país, anticipando una mayor depreciación de la moneda nacional y un aumento en la venta de dólares por parte del Tesoro. Por su parte, JP Morgan destacó que el margen de maniobra del nuevo gobierno es «limitado«, con reservas líquidas brutas que apenas alcanzan los US$ 15.800 millones y depósitos del Tesoro que rondan los US$ 1.465 millones. Estas cifras sugieren la necesidad de un dólar «más competitivo» para estabilizar la economía.
Operaciones bancarias y rumores de feriado
A pesar del ambiente de incertidumbre, varios bancos locales y agencias oficiales han desmentido rumores sobre un hipotético feriado bancario, que había sido difundido por algunos operadores bursátiles. La jornada también estuvo marcada por dificultades operativas: por ejemplo, la bolsa A3, junto con BYMA, experimentó una interrupción de dos horas durante el mediodía. Esto generó inconvenientes para muchos clientes que intentaban negociar activos en un clima caracterizado por la volatilidad.
Reuniones clave y expectativas del mercado
Durante el mediodía del lunes, Caputo se reunió con el presidente Milei y con Ilan Goldfajn, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este encuentro tuvo como objetivo analizar las reformas que el BID apoya a cambio de financiamiento, aunque no se anunciaron medidas concretas. También participaron en la reunión el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El comportamiento del dólar y la bolsa
La preocupación crece a medida que el mercado aguarda definiciones claras del equipo económico. En este contexto, el dólar mayorista abrió a $1.450 y luego cerró en $1.409. El dólar minorista, que llegó a $1.480 en algunos bancos, retrocedió a $1.425. En total, se operaron US$ 450 millones, y se observó un impacto significativo en bonos soberanos y acciones, con un desplome de hasta el 15% en dólares, marcando la mayor caída en cinco años.
La situación actual y futuros desafíos
En la actualidad, surge la gran incógnita sobre si Caputo podrá mantener las bandas de flotación sin que el dólar sobrepase el límite superior establecido en $1.460. Este compromiso con el Fondo Monetario Internacional implica no intervenir en el tipo de cambio si no se toca el margen superior. Sin embargo, en las últimas semanas, el Tesoro ha comenzado a vender divisas, y el reciente colapso electoral ha acelerado las expectativas de un reajuste antes de octubre.
A medida que la comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de estos eventos, Argentina se enfrenta a un período decisivo. La capacidad del gobierno para administrar la crisis económica será fundamental no solo para la estabilidad interna, sino también para la confianza de los inversores que están de pie ante una recuperación incierta. Este es un momento que podría definir el rumbo financiero del país en los meses venideros.